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| Koldo Villarreal |
Nueva entregas de reseñas (y van 4) del nuevo triple disco de El Drogas "Demasiado tonto en la corteza"
Con más de treinta años a la espalda, y casi tres décadas siendo vocalista y bajista de BARRICADA, una de las más emblemáticas bandas del rock estatal, uno podría pensar que Enrique Villarreal, “El Drogas” se apoltronará en su butaca y comenzará a vivir de las rentas. Pero a diferencia de esta teoría, este txantrearra nos presenta EL DROGAS, su proyecto vital y definitivo y con él un nuevo y sorprendente trabajo, “Demasiado tonto en la corteza”.
Siguiendo la estela de TXARRENA y acompañado del mismo y engranado equipo, con Brigi Duke a la batería, Txus Maraví a la guitarra y Flako Txarrena al bajo, el músico le da una nueva vuelta de tuerca a su cabeza buscando nuevos retos y nuevas historias. Y así es como nos presenta este trabajo (nunca mejor dicho), que en realidad está conformado por tres discos completamente independientes, con ocho canciones cada uno y abordando distintos temas.
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Se trata Alzheimer de un disco íntimo, surgido de los adentros creativos y es, sin duda, un álbum de autor. Los temas tratados en las canciones (con las letras propias de un autor como Enrique Villarreal) se mueven entre la memoria llena de nostalgias e ilusiones, el pasado y el futuro...; se trata de vidas lejos de lo que se nos muestra habitualmente. Alzheimer es una obra extremadamente personal hecha para llegar a las conciencias. La primera propuesta de Demasiado Tonto en la Corteza es la identidad más profunda de El Drogas.
Ha terminado Matxinada y el sabor de boca que nos ha dejado ha sido la influencia palpable de la etapa de Barricada, más mordiente y cortante, activa en cuanto a implicación en temas sociales y sin escatimar en denunciar dando nombres. Tal vez se trate de emplear la música como vehículo para expresar lo que muchos piensan y muy pocos se atreven a clamar. En cualquier caso, es una de las maneras más legítimas de crear melodías.
Y todo termina con el tercer disco que compone esta trilogía cuyo título parece exhalar intenciones. Y Glam ha sido el nombre elegido para denominar lo que supone la culminación musical de Enrique Villarreal "El Drogas". La etiqueta grabada a fuego en uno de los músicos que escribió alguna que otra página en la historia del rock en nuestro país, ha quedado obsoleta con la edición de Demasiado Tonto en la Corteza y, más concretamente, con este tercer álbum del conjunto.
Y después de tanta letra, lo que queda es vivir en primera persona Demasiado Tonto en la Corteza. Como decíamos, encontramos la obra de la persona (Alzheimer), la del personaje (Matxinada) y la de ambos o, la de ninguno de los dos (Y Glam). Lo cierto es que, si los dos primeros actos de este disco se caracterizaban por influencias reconocibles de otros proyectos como Txarrena o Barricada, el tercero supone una vuelta de tuerca en el sonido y estilo de Enrique Villarreal "El Drogas", que nos ha sorprendido con una propuesta que, tal vez, no esperaríamos. El resultado ha sido satisfactorio en cuanto a sonido y composición y ha situado al autor en un extraño escalón de diversidad que se ve poco en el rock de nuestro país. Desde luego, discos como este, presagian una continuidad en la experimentación por otros géneros y creemos que pueden dar mucho de sí musicalmente.
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Los viejos rockeros nunca mueren, dicen.
Pero hasta en esa categoría podemos encontrarnos clases. Lejos del
cliché de artista con éxitos irrepetibles de los años dorados, Enrique
Villarreal parece que va siempre a más, poniendo toda su (sana) ambición
al servicio del arte y la reivindicación, que para eso está. Muchos
daban por terminada la buena racha del bajista de Barricada cuando la
banda le señaló la puerta (la de atrás) y, sin embargo no han hecho
falta más que dos años para crear otra obra de proporciones gigantes. El
Drogas ha cambiado de compañías, pero no de hábitos: su incansable
activismo y su crónica inquietud han dado forma esta vez a un triple
disco en compañía de los Txarrena, rebautizados ahora con el nombre de
su líder, y con la intención de poder dar salida a todas las ideas que
el de la Txantrea tiene aún en la chistera.
En este caso, ideas por triplicado. En
el primer disco, Alzheimer, temas relacionados con los recuerdos, la
memoria, y con la falta de ella. El segundo, “Matxinada”, una llamada a
la rebelión ciudadanía acojonada que ha pasado demasiado tiempo bajo el
yugo del miedo. La tercera, “Y Glam”, un poco de todo, y de todo un
poco, siempre con ese toque de glam setentero por el que el Drogas nunca
ha querido ocultar su pasión. Merece la pena pararse a analizar cada
una de sus partes.
