Porque lo que se ve en el escenario son cuatro músicos totalmente compactados, con una compenetración absoluta. En tan sólo dos años, Enrique, el Brigi, Txus y el Flako han concebido una banda cohesionada al 100%, potente y perfectamente engrasada, en la que hacen gala de un sincero y contagioso entusiasmo por lo suyo. Dan la sensación de llevar tocando juntos una década.
Se permite enfundarse la acústica en determinados momentos, como para Nada sin ti o Es una carta, que fue lo más emotivo de la noche, al contar la historia de Josefa Casalé, vecina de Uncastillo, y que El Drogas inmortalizó para La Tierra está sorda. “Ha sido un placer tocar en el pueblo donde asesinaron a su alcalde en esa época”, confesó al terminar la canción. Tras este homenaje a las víctimas del franquismo a través del pueblo donde estaban, encararon una recta final que les llenó de gloria.
La banda mostraba su máxima potencia en todo su esplendor. Mientras la locura de abajo se volvía más hermosa cuanto más incontrolable se hacía
Los latidos de los TXARRENA se fundían con los de sus seguidores. Tras casi tres horas del mejor Rock Duro llegaba la hora de volver a separarse, y el público se resistía. Coreaban el estribillo de Esta noche una y otra vez, sin parar, rogando por alargar, por poco que fuera, la que fue una de las mejores noches que vivió ese Pabellón. Pasarán los años y este concierto seguirá mitificado. Entonces, todos los que asistimos podremos decir con orgullo que nosotros estábamos ahí la noche que El Drogas, TXARRENA y 250 “txarrenos” reventaron el pabellón de Uncastillo a base de sudor, épica y Rocanrol.
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La tarde comenzó con una sorpresa para las y los vecinos de esta localidad de las Cinco Villas, ya que tras la prueba de sonido, el Drogas y Txus cogieron sus guitarras y acompañados por el Flako a los coros, se dirigieron a la puerta de la iglesia del pueblo, donde fue asesinado el alcalde republicano por los fascistas en 1936, e interpretaron 3 canciones a “capella” del trabajo “La Tierra está sorda”, en concreto ‘Matilde Landa’, ‘Pétalos’ y ‘Los Maestros’, todas ellas con su explicación histórica a cargo del propio Enrique, ante la sorpresa de los vecinos de Uncastillo. Aún más emocionante fue la interpretación de la canción ‘Es una carta’, que hace mención a la carta de despedida que, la vecina de Uncastillo Josefa Casalé, escribió a su familia antes de ser asesinada por los fascistas en Exeya d´os Caballers.
Y a la 1.00 de la madrugada comenzó en el Pabellón Municipal el concierto. Durante 2 horas y 30 minutos el Drogas y su banda nos deleitaron con un repaso de una treintena de canciones de la larga trayectoria de El Drogas en sus distintas bandas; Barricada, Txarrena, La Venganza de la Abuela, e incluso algún tema nuevo de su nuevo proyecto, como la canción ‘Lentos minutos’ que hace referencia al tema de la tortura. Todo ello con una gran puesta en escena por parte de Enrique Villarreal en la que desarrolla sus dotes más teatrales.
Un espectáculo que sorprenderá a quienes se esperen un recital monotemático de Barricada, ya que en la larga producción de Enrique hay un registro de casi 200 canciones con 4 bandas distintas, aunque bien es cierto que la mayoría son de su época en Barricada durante las 3 horas que duran sus bolos el repertorio es muy variado y conjuga perfectamente los temas de dichas bandas, y así se ve reflejado en la reacción del público que no cesa de corear y bailar durante todo el bolo.
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