A modo de haikus o pequeños poemas, Enrique Villarreal El Drogas explora de nuevo su faceta de poeta y bucea para esta ocasión en sus vivencias como abuelo.
Un grillo, una cigarra, una mariposa, el cordón de unas zapatillas, las nubes, el sol... el imaginario que puebla este álbum es cotidiano, cercano y tierno. No faltan los juegos de palabras ni las travesuras con los dobles sentidos. Tampoco, una muy especial, personal y comprometida visión de la realidad que el artista deja a sus nietos y el público infantil como legado.